Hay días en los que terminas la jornada y piensas:
«Hoy tampoco lo he hecho bien.»
Le has gritado, otra vez.
O has estado fría. O impaciente.
O simplemente… ausente.
Y te vas a la cama con esa sensación de que algo en ti ha fallado.
Y no porque no lo ames.
Lo amas con toda el alma.
Pero a veces no sabes cómo amar bien en medio del cansancio, la prisa, la rabia o el miedo.
A veces pienso que nosotras, las madres de hoy, estamos criando sin mapa.
Queremos hacerlo distinto a como nos criaron… pero nadie nos enseñó el “cómo”.
No queremos gritar, pero nadie nos enseñó a regularnos.
No queremos castigar, pero tampoco sabemos qué hacer cuando explotan.
Y ahí, muchas veces, aparece el juicio interno:
«No soy suficiente.»
«Le voy a hacer daño.»
«Mi hijo necesita otra madre.»
Pero ¿y si en realidad no fuera falta de amor… sino falta de herramientas?
¿Y si lo que necesitas no es exigirte más… sino sostenerte mejor?
Porque tú no estás rota.
Solo estás desbordada.
Como tantas otras mujeres que intentan criar desde el amor, pero sin red.
💭 Hoy te invito a hacerte esta pregunta:
👉 ¿Qué necesitas tú para poder sostener el caos sin romperte?
Quizá no sea una solución mágica.
Pero sí puede ser un primer paso: empezar a acompañarte tú también.
A mirar tus reacciones con compasión.
A pedir ayuda sin culpa.
A aprender lo que no te enseñaron.
Este espacio está para eso:
Para recordarte que no estás sola, que hacerlo distinto es posible…
y que ser “suficiente” no es hacerlo perfecto.
Es estar, sentir, mirar, reparar…
una y otra vez.
💛
0 comentarios