El viaje emocional de los padres Altamente Sensibles en el crecimiento de sus hijos.

por | Sep 30, 2024 | Sin categorizar

Se trata de un viaje sin dudas entre lagrimas y alegrías. Un aspecto muy común en los padres Altamente Sensibles es el duelo silencioso y continuado, relacionado con el crecimiento de los hijos.

La crianza de los hijos es una experiencia profundamente emocional para todos los padres, pero para aquellos que poseen el rasgo de alta sensibilidad (PAS), el viaje puede ser particularmente intenso y abrumador en términos emocionales. Las personas altamente sensibles, que representan aproximadamente el 20% de la población, experimentan el mundo con mayor profundidad y reaccionan de manera más intensa a los estímulos emocionales. Este rasgo se refleja en todos los aspectos de su vida, incluyendo la relación con sus hijos. A medida que los niños crecen y atraviesan diferentes etapas de desarrollo, los padres altamente sensibles a menudo viven una especie de «duelo continuo» asociado al paso del tiempo y los cambios en la vida de sus hijos. Este artículo explora cómo la alta sensibilidad influye en la intensidad emocional de estos padres y el duelo asociado al crecimiento de los hijos.

¿Qué es la Alta Sensibilidad?

El rasgo de alta sensibilidad, investigado principalmente por la Dra. Elaine Aron, describe a personas que procesan profundamente la información sensorial y emocional, se ven afectadas más intensamente por los estímulos, son empáticas y tienen una respuesta emocional más rica. Los padres altamente sensibles tienden a tener una conexión emocional profunda con sus hijos, lo que les permite ser comprensivos y amorosos, pero también puede hacer que experimenten los cambios y el crecimiento de sus hijos de manera más intensa.

La Intensidad Emocional en la Crianza

Para los padres altamente sensibles, la crianza está marcada por una intensidad emocional que puede parecer abrumadora. Desde el primer día, estos padres sienten profundamente cada momento: las primeras palabras, los primeros pasos, los éxitos y las dificultades. Este nivel de intensidad no solo aumenta su capacidad para empatizar y comprender a sus hijos, sino que también significa que enfrentan emociones más fuertes ante cada cambio en la vida de sus hijos.

A medida que los niños crecen, los padres sensibles pueden experimentar momentos de alegría intensa, pero también sentimientos profundos de tristeza y nostalgia. Cada etapa de desarrollo de los hijos representa un cambio importante en la dinámica familiar y en la relación entre padres e hijos. Estos cambios pueden desencadenar una especie de duelo emocional, ya que cada nuevo hito puede ser percibido como una pequeña pérdida del «niño que era» antes.

El Duelo Continuo por el Crecimiento

El «duelo continuo» es una experiencia común para los padres altamente sensibles. Este concepto se refiere al proceso emocional que ocurre a medida que los hijos crecen y cambian, lo que lleva a los padres a experimentar una especie de duelo por la pérdida de las etapas anteriores de sus hijos. Por ejemplo, el paso de la infancia a la adolescencia puede ser especialmente duro. El niño que antes necesitaba constante atención y afecto se vuelve más independiente, lo que puede generar en los padres una mezcla de orgullo y tristeza.

Cada transición —desde el primer día de guardería hasta la universidad— puede sentirse como una despedida emocional, donde los padres enfrentan una «pérdida simbólica» de la relación cercana y dependiente que tenían con sus hijos. Para una madre o padre altamente sensible, estos cambios pueden provocar una fuerte respuesta emocional, debido a su tendencia a procesar profundamente los eventos y sus implicaciones.

Transformar el Duelo en Crecimiento Personal

Si bien el duelo continuo puede ser doloroso, también ofrece una oportunidad para el crecimiento personal. A medida que los padres sensibles navegan las transiciones de sus hijos, pueden aprender a aceptar el cambio como parte inevitable de la vida. Este proceso de aceptación no solo les permite ser más resilientes emocionalmente, sino que también les enseña a soltar y a disfrutar de cada momento sin aferrarse a las etapas pasadas.

Además, los padres altamente sensibles pueden descubrir que, al cuidar de su propio bienestar emocional, están modelando habilidades importantes para sus hijos. Enseñarles a manejar sus propias emociones de manera saludable y a aceptar los cambios puede ser uno de los regalos más grandes que les pueden dar.

Conclusión

La alta sensibilidad amplifica la experiencia emocional de la crianza, por esto conocer el rasgo a fondo y empoderarse con estrategias funcionales al rasgo permite vivir de una forma plena y satisfactoria y al mismo tiempo empodera a los hijos. La intensidad emocional y el duelo continuo por el crecimiento de los hijos son desafíos reales para los padres altamente sensibles, pero con autocompasión, apoyo y estrategias adecuadas, pueden aprender a navegar estos sentimientos de manera saludable.

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1 Comentario

  1. laura

    Gracias por tu punto de vista. Siempre he dicho que para mí la maternidad esta llena de penalegria. Precisamente por esto que comentas.

    Responder

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